jueves, 17 de enero de 2013

LA SUBIDA AL MONTE CABEZO




Un poco de Historia


Había leído mucho sobre la Romería a La Virgen de la Cabeza, la más antigua de España. A ella acuden cada año el último domingo del mes de abril decenas de miles de fervorosas personas.
 
Poco en cambio sabía de lo que realmente sucedió en ese lugar durante la Guerra Civil en los ocho meses que duró el asedio del Santuario.
 
  En septiembre de 1936, el capitán Cortés acompañado de 249 guardias civiles, sus familias y algunos simpatizantes de los sublevados, formando una columna de 1200 personas, se refugian en el Santuario con la intención de pasarse al bando de Franco. Más tarde son rodeados por el ejército republicano, que le exige la entrega de las armas y la rendición, a lo que el capitán se niega. El mismo Franco, para quien conservar la posición del Santuario no merecía la pena y necesitaba sus batallones en otros lugares, le envía a la Cruz Roja Internacional para que negocie la rendición y se haga cargo del personal civil, asegurando el buen trato y respeto a sus vidas.
 
El capitán Cortés se opone a ello y al cabo de ocho meses de asedio con hambre, bombardeos y ataques el santuario se derrumba y cae en manos del ejército republicano. De los 249 guardias iniciales sólo salen de las ruinas 60, y otros 107 guardias permanecen gravemente heridos entre los escombros. Entre ellos, el capitán Cortés, a quien la metralla a abierto un boqueteen el vientre.
 
 Los republicanos encuentraran un centenar de tumbas en un lateral del Monasterio, con un cartel en la entrada del recinto alambrado que dice: “La Guardia Civil muere, pero no se rinde”. Al verle tan gravemente herido, el comandante de las fuerzas republicanas le dice: ¡Sois unos valientes!, con doscientos hombres como ustedes llego yo a Burgos”.
 
Todos los historiadores coinciden en lo siguiente: 1 El buen trato que se les dio a los prisioneros. 2 En la condecoración al capitán Santiago Cortés González con la Cruz Laureada de San Fernando, la más alta condecoración militar. 3 En que desde ese mismo año en todos los cuarteles de la Guardia Civil existe una placa en sus salas de armas conmemorando su nombre y la duración del asedio, que dice: Capitán Cortés, septiembre 1936 -1 de mayo de 1937.
4 En que el sitio del Santuario no tenía ningún valor estratégico, pero fue utilizado por el ejército franquista para mostrar ante la opinión internacional a los milicianos como salvajes sin escrúpulos y sedientos de sangre, y a los tres centenares de guardias como héroes dispuestos a morir cumpliendo su deber ante un ejército infinitamente superior formado por 12 mil hombres, varios tanques, ametralladoras, cañones y aviones.
 
 
El poeta Miguel Hernández participó en el asalto del Santuario de la Virgen de la Cabeza defendido por el capitán Cortés de la Guardia Civil, según contó el propio Miguel en el Ateneo de Alicante. Existe una fotografía donde se ve a Miguel junto al diputado Martínez Cartón, jefe de la XVI Brigada, con prismáticos, a Vittorio Vidali o comandante Carlos, a otros oficiales en ese frente. El asalto duró ocho meses, el Santuario se tomó el 1 de mayo de 1937 a las 15´15 horas. Esta afirmación de participación en el ataque fue una de las acusaciones esgrimidas con más vehemencia por el Fiscal militar en el Consejo de Guerra contra Miguel.
 
Contrariamente a lo publicado por la prensa y los escritores franquistas, Miguel afirmaba que en el asedio el ejército republicano estaba formado por campesinos civiles que carecían de preparación militar y luchaban sin armas apropiadas: escopetas de caza, trabucos, hondas, palos y navajas... No fue hasta el mes de abril del 37 que acudió en su ayuda el batallón de Martinez Cardón con todo su armamento, y entonces, en dos semanas, acabaron con la resistencia de los defensores del Santuario.
 
El Santuario de la Virgen de la Cabeza, completamente destruido en el asedio, fue reconstruido y ampliado en los años 50. Desde entonces continúan las peregrinaciones y romerías en honor a la Señora.
 
Ya desde mi época estudiantil supe de la Romería por mis compañeros del Instituto y me prometí visitar algún día el Santuario de la Virgen de la Cabeza; pero no fue hasta 2004 que pude hacerlo.
 
 MI VIAJE AL SANTUARIO
 
  El día 10 de octubre del año 2004, a las siete de la mañana,  mi esposa y yo salimos de casa hacia Andújar (Jaén), en donde está situado el Santuario.  Sabíamos que había cerca de cuatrocientos kilómetros, es decir: ocho horas de viaje en la ida y vuelta, por lo que debíamos de salir temprano si queríamos disfrutar de algunas horas libres para visitar los lugares.
 
El cerro del Cabezo, donde está ubicado el santuario de la Virgen de la Cabeza, está a 32 kilómetros al norte de Andujar. El camino es agradable y el paisaje precioso; el aire es limpio y sano, con un agradable aroma a pinos, eucaliptos y romero, según los lugares que íbamos pasando.
 
Cuando llegamos al santuario nos llevamos una sorpresa: no éramos los únicos que habían acudido a ver a la Virgen ese día. No encontrábamos aparcamiento y, después de dar una vuelta por toda la aldea, tuvimos que dejar el coche en un sitio bastante apartado, cosa que no me agrada lo más mínimo.
 
La entrada por la cuesta del Rosario hasta el Santuario estaba repleta de peregrinos, que subían con esfuerzo la empinada pendiente del camino. Finalmente, llegamos a la plaza del templo.
 
 Desde allí se divisa un paisaje muy bonito en un radio de cincuenta kilómetros, pues estábamos a más de seiscientos metros de altura, y el cerro en el que nos encontramos es el más alto de todos los que hay en la zona. Estábamos en el corazón de Sierra Morena. Si pudiéramos trazar un círculo con una cinta métrica a nuestro alrededor, estaríamos a unos cien kilómetros de Córdoba, a cien de Puertollano, a cien de Jaén, y todo el centro del círculo ocupado por la Sierra Morena.
 
La plaza del Santuario estaba llena de gente esperando que acabase la misa para poder entrar en la iglesia, pues dentro de ésta no cabía ni un alfiler más. Nosotros entramos por la pequeña puerta lateral que conduce a la primera planta hasta el camarín de la Virgen. Subimos en fila india, apretados entre la gente que subía con ramos de flores para ofrecérsela a la Señora.
 
Dentro del camarín apenas podíamos movernos, pues estaba lleno y sólo pudimos avanzar lentamente, pero sin pararnos, por una fila que pasaba por delante de la venerada imagen y salía por otra puerta. Yo no pude apenas grabar nada. Una mujer sentada en una silla cantaba canciones y poemas y también rezaba en voz alta.
 
Luego, salimos del camarín de la Virgen y pasamos por el patio interior de la iglesia, un patio lleno de macetas; pero antes besamos a la imagen de Nuestra Señora y al Niño, una pequeñita imagen de piedra que sustituye a la auténtica imagen fundadora del Santuario, que desapareció en la Guerra Civil.
 
Luego salimos fuera y me indignó ver un monumento (un águila de bronce sobre un pedestal de piedra) que recuerda a las victimas del bando de los vencedores de la Guerra Civil, donde se llama "ordas salvajes" a los del bando contrario, el republicano, defensor del Gobierno surgido de las urnas, olvidando que lejos de aquel lugar ellos también asediaban y fusilaban a pueblos enteros.
 
De regreso a Cádiz nos detuvimos en Córdoba y entramos en la Mezquita.
 
 

6 comentarios:

  1. Bonito reportaje Juan, gracias por compartirlo. hace 33 años yo hice la subida andando desde Andújar, creo que no repito.
    Besos.

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  2. Muchas gracias, Mercedes.¡Uf! Andando 32 kms y cuesta arriba. ¡Qué locura! Pero en eso no creo que hayas cambiado mucho, ¡ja,ja! Me alegro que te haya gustado. Besitos

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  3. Comentarios importados de facebok:

    Laguna Garrido: A mi tío Manuel, hermano de mi abuela con dieciséis años lo llevaron a combatir, gracias a Dios salió con vida, nunca quiso hablar de ese pasaje de su vida.

    Juani Muñoz Ruiz muchas gracias amigo juan por esto,yo la verdad es que eso no lo he vivido ni quiero,pero si me gusta hablar con las personas mayores y cuentan historias que se te pone el bello de punta .Un saludo


    Juan Risueño Lorente: Mi abuelo, que vivía entonce en un cortijo cerca de allí, me contaba que pasando con los mulos a muy pocos km oía los disparos y los cañonazos.

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  4. El águila todavía está en muchos sitios.
    Parece mentira pero es así.
    Me ha gustado la crónica.
    Gracias.

    Saludos.

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  5. Lamentablemente, así es, Toro salvaje. Hace muy pocos años vi en la fachada del ayuntamiento de Morata de Tajuña, (Madrid), el yugo y las flechas.Gracias por venir. Feliz semana. Saludos

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  6. Tanta guerra y dolor y tan cerca de nuestra Madre

    Paz&Amor

    Isaac

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